Impresionante artículo de huevos fritos "sanos" que encontré en Recetas Dukan. La verdad es que he probado el del microondas y están riquisimos. Claro que hace cuatro meses que no como un huevo frito de "verdad" y éste me ha sabido a gloria :-)
Seguro que a muchos de vosotros, se os habrán agotado las ideas sobre cómo incorporar los huevos en la dieta sin tener que recurrir al aceite. Existen diversos métodos para cocinar los huevos sin freírlos. Así que hoy os mostraremos 3 trucos rápidos, prácticos y efectivos para preparar unos “huevos fritos”, que no tienen nada que envidiar a los convencionales. Además, nos aportarán muy pocas calorías y para elaborarlos no necesitaremos ni una sartén.
Sin más dilación, os explicaremos los pasos a seguir para realizar el primer truco.
Huevos a la plancha – sin plancha, ni aceite -
Cuando estemos haciendo un guiso, un caldo o unas verduras hervidas, le daremos la vuelta a la tapa de la olla, de modo que quede una pequeña hendidura en los bordes para que salga el vapor. Justo encima, pondremos un plato y cascaremos sobre el mismo un huevo. En el momento en que la clara cuaje, el huevo estará listo y podremos retirarlo.
El tiempo de cocción variará en función de nuestras preferencias, si queremos que quede algo más sólido lo mantendremos sobre la cazuela unos minutos más. ¿Alguien dijo alguna vez que no era posible cocinar dos platos al mismo tiempo?
Huevos cuadrados -en la sandwichera-
Con un accesorio tan simple como la sandwichera podemos elaborar unos deliciosos huevos, sin una gota de aceite. Para ello, cortaremos un cuadrados de papel sulfurizado, dejando un borde que sea uno o dos centímetros mayor que los huecos de las sandwichera. Doblaremos los bordes hacia adentro, creando un pequeño envase de papel.
Lo colocaremos sobre la sandwichera y encima cascaremos el huevo. Podemos añadir otros ingredientes que realcen su sabor, como por ejemplo pequeños tacos de jamón o de pavo, o incluso especias. La combinación perejil más un toque de pimienta negra, nunca falla. Por último, cerramos la sandwichera y esperaremos a que el huevo se cocine antes de abrirla.
* Si contra todo pronóstico no dispones de este pequeño electrodoméstico, puedes realizar el truco utilizando una plancha. También sirve como alternativa al truco anterior. En este caso, con ayuda de un pincel extenderemos aceite en la base, -ojo, en ningún caso entrará en contacto con el huevo- ya que colocaremos encima un trozo de papel sulfurizado. Añadiremos el huevo y dejaremos cocer. El aceite se emplea únicamente para que el huevo quede más crujiente e imite la textura del auténtico huevo frito.
Huevos al bol
Se hacen en un abrir y cerrar de ojos, en menos de un minuto. Basta con untar un bol pequeño con unas gotas de agua – si se desea también unas gotitas de aceite- cascar el huevo en el interior, y sazonar al gusto. Lo llevaremos al microondas durante unos 40 segundos aproximadamente a potencia máxima, y ya estarán listos.
Si se prefiere que la yema tenga mayor consistencia, lo mantendremos unos segundos más en el micro. ¿Qué me decís, si agregamos en el fondo del bol una salsa de tomate casera y unos champiñones laminados? Los resultados pueden ser más que sorprendentes.
Ahora toca ponerlos en práctica y no olvidarse del ingrediente secreto, ese que convierte cualquier plato -por insignificante que parezca- en uno de 5 estrellas: una pizca de amor, del bueno